Gaby Espino conquistó el corazón de los ecuatorianos desde que llegó el lunes en la tarde. Simpática y sin poses de estrella. Es la primera vez que visita el país y no será la única porque la venezolana, quien ha intervenido en 14 telenovelas, entre ellas Más sabe el diablo y Ojo por ojo, de Telemundo, es la imagen de Mall del Sur.Acaba de finalizar en Colombia las grabaciones de Ojo por ojo, que estelarizó junto a Miguel Varoni y Gregorio Pernia. “No ha pasado ni un mes que terminamos nuestro trabajo. Estoy descansando un poco. Soy artista exclusiva de Telemundo. Creo que a mediados de año comenzaré un proyecto. Aún no tengo claro lo que haré, aunque como actriz estoy dispuesta a interpretar cualquier personaje: de mala, loca o ladrona. Confío en mi cadena de televisión. Están produciendo dramatizados cheverísimos”.
Sin tetas no hay paraíso y El capo son dos éxitos de Gustavo Bolívar. Ojo por ojo también es suya. “Es un orgullo trabajar con él, es un orgullo que me haya invitado a ser parte de su producción. El elenco es colombiano, yo soy la única extranjera. Me la gocé, además los actores de ese país son talentosísimos y Gustavo, superbuen escritor”, expresa la popular actriz, de 34 años, quien vino acompañada de su mánager, el cubano Gabriel Blanco.
Generalmente los dramatizados protagonizados por Gaby Espino son rosas. Ojo por ojo no lo es. Esta historia gira en torno a dos familias rivales. “Hace rato quería estar en una producción como Ojo por ojo. Como artista me interesan no solo los papeles rosas o las comedias. Busco algo más. Alina Jericó es una mujer que trata de unir a dos familias. Hacerles entender que la guerra no se acaba con sangre sino con amor y como será madre hará hasta lo imposible por defender a su hijo, se llevará el mundo por delante si es necesario. El final no es nada rosa”, sostiene.
Con Miguel Varoni, Gaby compartió en Más sabe el diablo y repitió la experiencia en Ojo por ojo. ¿Qué tal es como compañero? “A Miguel lo amo, es mi superamigo. Gracias a Dios volvimos a estar juntos y lo gozamos. Es un gran compañero. Soy amiga de su esposa, Catherine Siachoque, un ser humano maravilloso, una belleza, la adoro. Fueron los anfitriones en Colombia”.
Venezuela, Estados Unidos, México y Colombia son las plazas en las que ha trabajado. ¿Existe la posibilidad de volver a la nación azteca? “Claro que sí. Toda mi vida he ido de país en país y México es un gran productor de telenovelas. Me ha enriquecido como profesional y ser humano estar en estos lugares porque conoces diferentes maneras de trabajar. En cada uno aprendí mucho, porque aunque haces un producto similar, siempre hay algo nuevo”.
Participó en La mujer de mi hermano, la primera cinta del director peruano Ricardo de Montreuil. Hollywood nunca le quitó el sueño. “Si llega una oportunidad, ¡bienvenida sea! Me encanta hacer telenovelas, meterme en un personaje y grabar sin importar el tiempo que eso me exija”, explica.
El acento venezolano ya no es un problema para ella. “Cuando entro en acción pongo el neutro. Aprendí a neutralizarlo. Un acento que no es venezolano, ni ecuatoriano, ni mexicano, ni peruano. A veces en la vida real tampoco se puede identificar de dónde soy. Ahora tengo el acento venezolano pegado porque estoy de vacaciones y estoy más relajada. Vivo en Miami. Allá está mi casa, pero no pierdo contacto con mi país. Acabo de visitar Venezuela. Parte de mi familia se encuentra allá y otra en Estados Unidos”.
En el 2007 contrajo nupcias con el también actor Cristóbal Lander y padre de su hija Oriana. Vivió una crisis matrimonial y por ello se comentó que la separación era un hecho, además se la vinculó sentimentalmente con el galán de Más sabe el diablo, Jeancarlos Canela.
“Regresé con mi esposo. Tengo una bella familia. Estuvimos separados un año y medio. Jeancarlos es mi gran amigo, una persona que quiero mucho. Hasta allí. Generalmente a las actrices nos vinculan con los protagonistas de las historias. Lo importante es que estoy con mis seres queridos”.
Llama la atención la belleza natural de Gaby. Alta, esbelta, de piel blanca, sin botox en el rostro y la única cirugía plástica que se ha hecho es una reducción de pechos. “No me los aumenté, hice lo contrario porque después de mi embarazo, los senos me quedaron muy grandes. No soy de ir al gimnasio. Trato de comer sano, no dulces, no frituras. Tomo mucha agua y como vegetales. No soy vegetariana, simplemente me cuido. Cuando lo requiera tal vez me haga otras operaciones para verme bonita”, comenta entre risas.
Ser madre es el regalo más hermoso que le ha dado la vida. “Mi hija Oriana, de 2 años y medio, es mi luz, es el amor por los siglos de los siglos. Quisiera enseñarle tantas cosas, criarla como me criaron. Que sea una mujer con valores, que defienda sus ideales y que siempre esté junto a su familia. Soy creyente. Dios la va a cuidar y proteger. Deseo tener más hijos, pero por cuestiones de contrato con Telemundo no puedo por ahora”.
Confiesa tener temperamento fuerte. ¿En qué ocasiones sale a flote? “Creo que tengo carácter y soy fuerte con lo mío, con lo que quiero. No soy tan dócil. Me saca de casillas el tráfico y el calor. De repente la mentira y la falta de lealtad”.
Thalía dijo que Arturo Peniche es el actor que mejor besa, ¿cuál de sus galanes es el experto en este arte? (risas) “Nooo. Todos. No puedo dar un nombre, qué pensarían los demás”. ¿Y Jeancarlos Canela? “Todos. Tampoco menciono con cuáles me gustaría trabajar, porque si doy un nombre, los demás se pican”.
Por primera vez, ella posó para un calendario. “Es un almanaque interactivo. En Venezuela posé varias veces para uno de cerveza. Ya quería el mío. Cuando terminé Más sabe el diablo tuve tiempo para las gráficas. No sé si repita la experiencia”. Regresará en marzo a Ecuador.
TEXTO: Ingrid Balseca.
FOTOS: Jonathan Miranda /
- EXPRESO y Cortesía.
=)
ResponderEliminarme encanta el blog....
esta buenisimoo y ame los colores
que gran trabajo elo!