Habló sobre su supuesto vedetismo y confesó que jamás la trasnochó conquistar Hollywood.
La actriz venezolana, ya va por su tercera producción en Colombia. Empezó con Luna la heredera, El sinvergüenza y ahora Ojo por ojo. Ha protagonizado alrededor de 16 producciones en diferentes países como México, Venezuela, Colombia y Estados Unidos y se podría decir que es la diva de las novelas.Justo por eso sabe que siempre estará en la mira de la prensa. Gaby nunca desmiente los chismes que publican sobre ella, y aunque ahora no le preocupan, en un principio le costaron muchas lágrimas: "Por ejemplo, en México se dijo que tuve un problema con Edith González. Nunca lo hubo, la prensa lo formó, pero me hizo llorar mucho, pues fue mucha la presión de los medios, con tantos chismes y mentiras. Allá hay como 15 programas de chismes. Ya no me importa, ya me río".
La actriz asegura que con la prensa en Colombia le ha ido muy bien, pero sí reconoce que en ciertas ocasiones le crearon fama de complicada: "Una vez mirando TV estaban diciendo que yo no quería usar la ropa del vestuario, sino que quería ropa de diseñador y que por esa razón no había querido grabar el cabezote de la novela. Me dio mucha risa, pues el cabezote se había grabado hacía varias semanas; otra vez dijeron que yo estaba antipática, que había dicho que no me gustaba Colombia; nada que ver, si no me hubiera gustado, no regreso dos veces más".
La venezolana afirma que es por su temperamento fuerte, el que hace que la interpreten mal: "Han dicho que soy malgeniada. El asunto es que soy clara, que es diferente. Los que somos de la costa hablamos con las manos y muy fuerte; la gente cree que siempre estamos peleando. Además, tampoco porque salgas maquillada en las novelas y bonita, eres perfecta y no te puedes poner de mal genio".
Ahora que es mamá, Gaby asegura que sus prioridades han cambiado y que lo único que pide es salir temprano de grabación para estar con su pequeña Oriana: "Jamás pido más de lo necesario. Antes salía de mi casa a las 6:30 a.m. y llegaba a las 11 p.m., cuando la niña ya estaba durmiendo. No la podía ver. Ahora me llaman a un proyecto y con todo el gusto del mundo lo acepto; pero les digo que negociemos los tiempos, porque tengo una hija y para mí, ella es más importante que mi trabajo. No es una exigencia, es una condición y si no me quieren dar las horas, no pasa nada, me voy para otro lado a hacer novela donde sí acepten".
La protagonista ha estelarizado tantas novelas que se podría pensar que solo le queda viajar a Los Ángeles para convertirse en una celebridad del séptimo arte: "Sí llega la oportunidad la agarraría, obviamente, pero es algo que nunca luché ni me quitó el sueño. Me dediqué a hacer novelas, lo digo y no me da pena, soy novelera y me gusta el drama del culebrón. Admiro a Sofía Vergara, está dejando a Colombia muy en alto, pero yo soy más de tener hijos. Tengo mi bebé y quiero tener más, prefiero dedicar estos años a mi casa y a tener mi familia, por supuesto, sin dejar de trabajar, porque eso es lo que amo".
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