Gaby Espino: Entre la realidad y la ficción

Gaby Espino: Entre la realidad y la ficción
Actriz venezolana que a sus 37 años ejerce aún como modelo publicitaria y vive con naturalidad su condición de Diosa del Olimpo de las telenovelas.
En algunos países los actores son los mimados por las revistas del corazón, aquí en Ecuador no es diferente si se trata sobre todo de una mujer bella. Gaby Espino, fuerte y frágil, la actriz venezolana que batió récords en el año 2010 como uno de los cinco personajes más consultados en Twitter, engalana la portada de Vistazo. Es además la imagen de un centro comercial guayaquileño y un personaje reconocido en el país por su participación simultánea en cuatro telenovelas que mucho se asemejan a su propia vida.
Un actor renuncia a su personalidad para meterse en un papel, pero éste a veces le suele jugar una mala pasada. Le sucedió cuando conoció a Jean Carlos Canela, nombre del que ha sido difícil desligarse. Que si vivieron un gran romance, que si lo dejaba todo por esa pasión volcánica que dicen algunos que llegaron a sentir, pero la vida dijo ¡corte! y volvió a reconstruir su historia junto a Cristóbal Lander, el padre de su pequeña Oriana.
Hoy la exdalina de Nubeluz ha contestado el siguiente cuestionario para los lectores de Vistazo.
¿Por qué cree usted que la telenovela tiene tanto éxito en Latinoamérica? Porque es un género noble que hace que la familia se olvide de la dura realidad que le toca vivir cada día. Además, porque los entretiene, divierte y de vez en cuando los hace reflexionar.
De su experiencia vivida hace poco en Ecuador, ¿qué tenemos en común venezolanos y ecuatorianos aparte de la amistad entre nuestros presidentes?
Estuve poco tiempo en Guayaquil y todo el tiempo trabajando, pero... nos parecemos mucho en la idiosincrasia, el espíritu latino, la sensibilidad y el corazón.
¿Qué opinión se llevó de Guayaquil?, ¿probó platos ecuatorianos?
Me encantó Guayaquil, aunque en los próximos viajes prometo pasear más. Todo lo que comí fue comida ecuatoriana. Probé el locro de papa, muchines, guatita, caldo de bolas, ají de gallina, seco de chivo. Todo muy rico.
¿Por qué cree que un centro comercial se inclinó por segunda ocasión por venezolanas?
Bueno, habría que preguntárselo a ellos. Yo estoy muy feliz con esa responsabilidad que me ha dado el Mall del Sur para que los represente en este 2011. Me han tratado como a una reina.
Con honrosas excepciones como la suya, muchas mujeres una vez que se casan se descuidan y engordan, ¿a qué cree usted que se debe esto?
Las mujeres engordamos, bajamos de peso, nos cuidamos porque no somos robots, lo importante es que cuando subimos de peso lo tengamos presente para bajarlos, porque eso nos eleva la autoestima y nos hace sentir más seguras. Se debe casi siempre a que comemos de más, al estrés, al exceso de trabajo, a la maternidad, a la falta de ejercicio o simplemente a una mujer con autoestima baja.
¿Cómo hace usted para que su esposo latino no sienta celos de sus participaciones y hasta de los besos candentes que se da en las telenovelas en las que trabaja?
Yo soy actriz desde muy jovencita. Así me conoció, es mi profesión y no hago nada especial. Exijo el mismo respeto que le doy a él.
La gente que la trató comenta de su gran carisma y sencillez, una rareza en el mundo del espectáculo, ¿por qué la mayoría de estrellas de la televisión tienen los egos tan inflados? Es absurdo eso, de veras no lo entiendo. Nosotros nos debemos al público, por lo tanto, lo menos que debemos hacer es agradecerles con humildad ese amor que ellos nos brindan día a día y en cualquier lugar y momento.
¿Dónde radica el mayor atractivo de un hombre?
En su sinceridad, honestidad y valentía.
¿Qué es lo que la acompleja de su figura? ¿Ha tenido antecedentes en concursos de belleza?
Nunca he ido a un certamen de belleza y obviamente nunca iré y me gusto toda yo, no tengo ningún tipo de complejo.
¿Cómo se cuida, es cierto que redujo su busto? ¿Qué se come para ser así como usted?
Me cuido cuando puedo, cuando tengo deseos, cuando me siento bien, cuando estoy positiva. No soy esclava de mi figura y procuro comer bien, hacer ejercicio, ir al spa donde me hago mis cositas (sonríe), sí me reduje el busto e ingiero alimentos sanos.